Sinceramente creo que la batalla más grande que tenemos que combatir durante esta crisis la tenemos que lidiar dentro de cada uno de nosotros.
Cada día de nuestra vida, en cada decisión que tomamos, existen dos posibles respuestas: la que negativiza, agrede y nos separa o, por otro lado, la que reconcilia, calma y une. Esto ocurre con cada acción que emprendemos con respecto a nosotros mismos o con respecto a los demás. En la situación de crisis en la que nos encontramos estas opciones de respuesta resultan mucho más evidentes.
No sabemos cómo va a evolucionar la situación. Quizás todo vaya bien y pronto volvamos a la normalidad o se alargue más de lo deseado. Ante esto, va a resultar IMPRESCINDIBLE mantener la calma. Mantenernos sanos se vuelve,por tanto, sumamente importante por dos motivos principalmente:
- Mantener fuerte nuestro sistema inmune para no afectarnos por el coronavirus
- Tener un estado de salud equilibrado que nos dé templanza para atravesar favorablemente los momentos que vivimos.
El primer paso para realizar conductas de protección y cuidado personal va a ser vencer la negatividad (que procede del a mente y de emociones intensas negativas). No va a ser tan sencillo. Va a surgir continuamente. El cansancio, la frustración, el hastío van a ser excusas perfectas para alimentar la pereza, el enfado, la gula, etc. La victoria no radica en realizar más o menos conductas de cuidado personal sino en esforzarnos, en cada momento, por no caer en la trampa de la negatividad, que nos aboca a conductas perjudiciales que acaban dañándonos física, mental y emocionalmente. Si realizamos esa hazaña, el resto del camino será mucho más fácil.

Todo el Universo es energía y nosotros, como parte de él, también. La energía está en continuo movimiento. Nuestra energía, igualmente, necesita fluir libremente. Esto se da a través de un sistema de autorregulación mediante el cual nuestro cuerpo realiza acciones concretas para mantener el equilibrio energético interno y, con ello, la vitalidad. Esta autorregulación se da principalmente a través de la alimentación, el uso del cuerpo y el funcionamiento mental y emocional que realicemos. Son tres aspectos básicos para mantener la salud que se retro-alimentan unos a otros.
En la situación en la que nos encontramos, realizar conductas que favorezcan el cuidado personal se limita considerablemente (deporte al aire libre o en gimnasios, reunión con amigos, comidas fuera de casa, etc). No obstante, tenemos opciones para seguir atendiendo nuestra salud. Las siguientes recomendaciones son tanto para adultos como para niños. Es importante que, primero, los adultos pongamos en práctica estas recomendaciones para que, al mantenernos fuertes y equilibrados, podamos ayudar a nuestros hijos a cuidarse.
- MANTENER UNA ALIMENTACIÓN SANA es imprescindible. Vamos a tener muchos momentos de aburrimiento o cansancio en los vamos a sentirnos tentados por comer «comida basura». No se trata de ganar ninguna competición y conseguir no consumir ningún producto tóxico. Se trata de ser consciente, en todo momento, de cuál está siendo nuestra elección, ya que en todo momento podemos modificarla. Existen muchos aperitivos sanos que podemos tomar mientras descansamos un rato en el sofá. Como no es mi especialidad, os remito a esta web en donde podéis encontrar información valiosa al respecto (a partir de aquí, la búsqueda de información en internet es interminable): https://www.misrecetasanticancer.com/?m=1
- MOVER EL CUERPO. Si movemos el cuerpo de manera respetuosa y con ritmos adecuados, la energía fluye en nuestro interior y nuestro cuerpo se mantiene saludable. Cuando no lo movemos, o lo movemos menos de lo necesario, la energía se estanca y acumula en partes del cuerpo y perjudica de diferentes maneras nuestra salud (agresividad, malestar, enfermedades, etc). . ¡Por eso los niños tienen tanta vitalidad, porque siempre se están moviendo! Resulta importante en estos días de encierro, sobre todo para los niños, realizar actividades físicas (¡aunque estemos en casa!): saltar sobre la cama o sofá; hacer cosquillas; cantar; bailar; reír; etc. Para los adultos, la práctica de estiramientos sencillos, relajaciones o meditaciones, la práctica de relaciones sexuales consensuadas, jugar con nuestros hijos, etc. tendrán un efecto muy positivo sobre nosotros.
- MANTENER LA MENTE EN CALMA. La mente del ser humano tiene una inercia automática a la negatividad ante determinadas situaciones (dependerá también del carácter de la persona). En esta situación, la inercia puede activarse fácilmente, con las consecuencias negativas que puede provocar. Mantenernos alerta para evitar que el miedo se apodere de nosotros y nos debilite es una tarea importante a realizar. Alimentarnos bien y mover el cuerpo favorecerán una mente en calma. Por otro lado, una mente tranquila nos incitará a movernos y nos animará a alimentarnos correctamente.

Además de estas tres cosas, el ser humano necesita el contacto con la naturaleza, respirar aire puro, tomar el sol, etc. para mantener su equilibrio homeostático. Pero también estas situaciones están limitadasahora mismo. Dentro de las posibilidades que tenemos, salir de vez en cuando al balcón, asomarnos a las ventanas y ventilar toda la casa nos puede ayudar a cubrir dicha necesidad. Si, además de todo esto, unimos fuerzas para recibir apoyo cuando nos sintamos débiles y tender nuestra mano cuando nos hayamos repuesto, todo será mucho más fácil.
Supone un reto diario importante para cada uno de nosotros. Esforzarnos por llevarlo adelante y, sobretodo, por mantenerlo una vez pasada la crisis nos aportará beneficios mucho más allá de lo esperado. ¡Adelante!